A los 12 años, Evan Hill era conocido como el niño con los dientes más grandes del mundo. Sus incisivos frontales eran tan grandes que le impedían cerrar completamente la boca y hablar con claridad. Sin embargo, gracias a los avances en la medicina moderna, su vida ha cambiado de manera sorprendente.
Originario de Christchurch, Nueva Zelanda, Evan llamó la atención en 2012 por sus dientes desproporcionadamente grandes. Aunque al nacer no había nada que lo diferenciara de otros niños, a medida que crecía, sus incisivos frontales se volvieron enormemente prominentes.
El dentista Rob Slayler, con 25 años de experiencia, examinó a Evan y comentó que nunca había visto dientes tan inusuales en su carrera.
La inclinación de la mandíbula superior de Evan era de 12 grados, en comparación con el ángulo normal de 2 grados, y sus mandíbulas no se cerraban correctamente, dejando un espacio de 2 cm entre los dientes superiores e inferiores.
La búsqueda de una solución fue larga y complicada, tanto médica como financieramente, con un costo estimado de unos 12.000 dólares.La familia Hill no disponía de esa cantidad de dinero y, para empeorar la situación, su coche familiar, esencial para los frecuentes viajes al dentista, se averió.
La madre de Evan, Barbara, estaba angustiada no solo por el dolor físico que sufría su hijo, sino también por el acoso que enfrentaba debido a sus dientes.
Con la esperanza de encontrar ayuda, la familia hipotecó su casa y recurrió a la televisión. Evan apareció en un programa de televisión, lo que le otorgó fama instantánea.
La solidaridad de personas de todo el mundo permitió recaudar más de 100.000 dólares, suficiente para costear el tratamiento y adquirir un nuevo coche.
Después de un tratamiento de 5 años, que incluyó el uso de aparatos dentales, Evan, ahora de 21 años, luce una sonrisa radiante. Está profundamente agradecido a todos los que lo ayudaron. Si te ha gustado esta historia, ¡dale «me gusta» y deja tu opinión en los comentarios! ¡Hasta luego!