Abbi y Abe son dos hermanos adorables de Puerto Rico. Ambos terminaron en un refugio de Nueva York. Abbi fue adoptado rápidamente, y no pasó mucho tiempo antes de que encontrara un hogar.
Un día, Abe captó la atención de John Handem Piette, un empleado del refugio. Abe estaba junto a los demás perros, pero algo en su apariencia llamó la atención de John.
Más tarde, él mencionó que lo primero que notó fueron sus ojos, los cuales tenían una cualidad especial que era difícil de describir.
Abe era un perrito lleno de energía y vitalidad, lo que lo hacía aún más encantador. Cuando finalmente fue adoptado, la noticia alegró a todos en el refugio.
Sin embargo, esta adopción no resultó ser permanente, y Abe fue devuelto al refugio.
Aunque la noticia fue triste, el destino tenía algo mejor reservado para Abe. Nadie entendía por qué no había podido quedarse en su nuevo hogar.
Semanas después, Abe fue adoptado de nuevo, pero la historia se repitió, y fue devuelto. Fue entonces cuando John decidió llevárselo a casa, decidido a descubrir por qué Abe siempre era regresado.
Puedes ver el emocionante desenlace de esta historia en el siguiente vídeo. Estamos seguros de que te encantará. No olvides compartirlo con tus amigos para apoyar tanto esta historia como nuestro trabajo.