Amber Rachdi alcanzó la fama mundial tras participar en la tercera temporada del programa estadounidense “Mi vida con 600 libras”.

En ese momento, Amber pesaba 300 kilos, lo que ponía en riesgo su vida. Su sobrepeso la afectaba gravemente: no podía estar de pie más de 30 minutos y desarrolló una infección en los pliegues de su piel, que solo podía limpiar con un cepillo largo.

Los médicos le advirtieron que, de no cambiar su estilo de vida, no llegaría a los 30 años.
Desde pequeña, Amber luchó con problemas de peso. A los cinco años ya pesaba más de 70 kilos, y durante la adolescencia, fue diagnosticada con un trastorno de ansiedad ligado a un desorden alimenticio.

Para lidiar con sus miedos, comía de manera compulsiva, lo que la llevó a necesitar una silla de ruedas a los 16 años. A los 23, ya había perdido la esperanza, describiéndose a sí misma como un “monstruo horrible”.

Sin embargo, al recibir la grave advertencia de los médicos, Amber decidió tomar el control de su vida. Cambió su alimentación y comenzó a ejercitarse, conscientes de que estas eran sus únicas opciones para sobrevivir.
Ahora, cinco años después, Amber ha perdido cientos de kilos y se ha vuelto irreconocible, demostrando que su transformación ha sido tanto física como emocional. Hoy luce increíble y lleva una vida normal.

