El nacimiento de siameses es siempre un fenómeno raro y sorprendente. Separar a estos niños es un desafío complejo, pero con la ayuda de médicos expertos y la fe en un milagro, es posible.
Este artículo narra la historia de dos hermanas que lograron sobrevivir gracias a estas condiciones excepcionales. La madre de Vitalia y Vilia no tenía ni idea de que estaba esperando gemelos, y mucho menos siameses.
En el hospital donde estaba ingresada, no había ecógrafos disponibles y la práctica habitual era realizar una cesárea durante el parto. Cuando la madre vio a los niños, entró en pánico y se puso histérica, solo calmada por su esposo.
La familia dedicó mucho tiempo a buscar un médico cualificado para llevar a cabo la compleja operación de separación. Finalmente, encontraron al Dr. Konovalov, quien aceptó el desafío. Las niñas tuvieron la suerte de que su tejido cerebral no estaba fusionado, lo cual era crucial para la viabilidad de la operación. La preparación para la cirugía duró más de un año, durante el cual la familia tuvo otro hijo.
La operación, que se prolongó por más de veinticuatro horas, fue un éxito. Hace unos ocho años, en un programa especial, las niñas tuvieron un emotivo encuentro con el Dr. Konovalov, a quien consideraron su salvador.
Hoy en día, Vitalia y Vilia llevan vidas plenas y felices. Una de ellas se dedicó profesionalmente a las artes, mientras que la otra se graduó en Historia y se convirtió en profesora.