«Esta antigua cómoda, que ha estado en nuestra casa desde el siglo pasado, solía valorarse más por su funcionalidad que por su apariencia.

Sin embargo, todo cambió cuando mi esposo decidió renovarla. ¡El resultado es simplemente espectacular! A continuación, te mostramos el antes y después de esta impresionante transformación.
En sus inicios, la cómoda no tenía nada especial. Su superficie estaba llena de rayones, la laca había comenzado a desprenderse en algunos lugares, y su tono oxidado lucía pasado de moda y demasiado llamativo.

Era uno de esos objetos que se conservan únicamente por su utilidad, más que por su estética.
Pero la historia dio un giro inesperado cuando mi esposo tomó cartas en el asunto. Renovó la cómoda por completo, convirtiéndola en una verdadera obra de arte.
La transformación comenzó con el cambio de color: del acabado atrevido y deslucido pasó a un tono más suave y relajante, una mezcla entre beige y gris.

Este matiz cálido y sereno fue la base del nuevo diseño.
Para añadir un toque especial, mi esposo pintó a mano delicadas ramas doradas en los frentes de los cajones superiores, un detalle que hizo que la cómoda luciera única y original.
Pero no todo el trabajo se centró en el exterior; el interior también recibió su dosis de atención. Lo pintó de un tono verde intenso, que complementa perfectamente el nuevo estilo y aporta una profundidad extra al diseño.

Hoy, esta cómoda no solo embellece nuestro hogar, sino que se ha convertido en un verdadero motivo de orgullo y satisfacción. Es una pieza especial, transformada con dedicación y esmero por las manos de mi esposo, lo que la hace aún más valiosa.»

