Desde niña, Jessie Bunny adoraba jugar con muñecas y usaba el maquillaje y los peinados como una forma de expresar su feminidad.
Ya en la adultez, decidió invertir millones para hacer realidad su sueño de convertirse en una «muñeca de verdad.»

Jessie creció en un pequeño y remoto pueblo en Alemania, donde sus padres, de ideas conservadoras, trataron de suprimir sus deseos. Incluso le prohibieron jugar con muñecas, preocupados de que esto afectara su salud mental.
Al terminar la escuela, Jessie se mudó a Viena para estudiar, llevando consigo 7.000 euros que sus padres habían ahorrado con esfuerzo a lo largo de los años.

En lugar de gastar ese dinero en su educación, Jessie lo utilizó para someterse a una operación de aumento de pecho. Para ella, esta intervención fue un cambio radical que aumentó su autoestima y confianza. «Ahora quiero transformar mi cuerpo en el de una muñeca Barbie, con unos labios, pechos y trasero impresionantes», comentó Jessie.
Seis meses más tarde, se realizó sus primeras inyecciones de relleno labial y comenzó una serie de cirugías estéticas: un nuevo aumento de pecho, una remodelación facial, más rellenos y liposucción.

En total, invirtió 23.000 euros en su transformación. Hoy en día, Jessie está completamente satisfecha con su apariencia y orgullosa de formar parte de la comunidad de las llamadas «bimbos».

