Recuerda *El hombre que ríe* de Victor Hugo, una obra que más tarde fue adaptada al cine. En la novela, el protagonista era acosado por la peculiar forma de su boca. Sin embargo, en Australia, en 2021, nació una niña con una boca naturalmente muy ancha. El nacimiento de un hijo es siempre un momento de gran felicidad para los padres, y Christina y Blaze, una joven pareja australiana, no fueron la excepción. Su alegría fue inmensa al ver a su hija por primera vez.
Sin embargo, esa felicidad se vio empañada cuando descubrieron que su bebé había nacido con una rara condición que dejó perplejos tanto a ellos como a los médicos. A pesar de esto, Christina y Blaze aceptaron y amaron a su hija incondicionalmente.
Christina quedó embarazada en 2021 y sintió que su relación con Blaze alcanzaba un nuevo nivel. Estaban a punto de convertirse en padres.
Para celebrar la noticia, Christina la compartió en redes sociales, donde el embarazo tocó profundamente a Blaze, cuyas lágrimas de emoción fueron vistas por muchos. A finales de diciembre de 2021, nació Isla Summer, su mejor regalo de Navidad. Aunque Isla parecía estar sana al nacer, sus padres quedaron impactados al notar que su boca era inusualmente ancha, algo que no se detectó en las ecografías prenatales. El caso era tan raro que los médicos nunca habían visto algo similar.
Pronto descubrieron que Isla tenía macrostomía bilateral, una condición extremadamente rara en la que los bordes de la boca no se fusionan correctamente durante el desarrollo en el útero.
Los padres, que nunca habían oído hablar de esta condición, no imaginaban que su hija pudiera padecer algo tan infrecuente. Isla es una de solo 14 niños en el mundo con este diagnóstico. Christina, al principio, se culpaba a sí misma, preguntándose si había hecho algo mal durante el embarazo, pero los estudios confirmaron que no era así.
Lo que inicialmente parecía ser solo una preocupación estética, rápidamente se transformó en inquietud sobre cómo afectaría la vida de Isla. Los médicos explicaron que los bebés con esta condición pueden tener dificultades para alimentarse.
Por el impacto en la funcionalidad facial, suele recomendarse la cirugía a una edad temprana para corregir el problema.
Christina y Blaze investigaron y descubrieron que la intervención consiste en cerrar la piel, dejando cicatrices mínimas. No obstante, los posibles riesgos posteriores a la cirugía preocupaban a la pareja.
Decididos a ofrecerle a su hija la mejor vida posible, Christina comenzó a compartir la historia de Isla en redes sociales, publicando vídeos de su bebé y su inusual sonrisa. Nunca imaginó el apoyo que recibiría.
Miles de personas se sintieron conmovidas por la «sonrisa permanente» de Isla, lo que motivó a Christina a seguir compartiendo su vida.
Para ella, estos vídeos también han servido de inspiración para otras madres jóvenes que tienen hijos «diferentes».