En muchos países, se ha desarrollado una mentalidad consumista hacia los niños. Cuando una familia carece de recursos suficientes para alimentarlos, puede abandonarlos a su suerte o entregarlos a hogares infantiles, a menudo sin la intención de regresar. Esta realidad es profundamente dolorosa y refleja la situación de muchas personas.

Esta mentalidad es especialmente prevalente en los países en desarrollo. En India, por ejemplo, muchos niños vulnerables se ven obligados a vivir en las calles en busca de supervivencia, y solo unos pocos logran encontrar una familia que los acepte.

Ese fue el destino de las inocentes Munni y Durga. Aunque no están biológicamente relacionadas, ambas lograron escapar de una serie de desgracias gracias a Kristen Williams, una exitosa joven profesora estadounidense. A pesar de que su situación económica le permitió ser madre, Kristen nunca experimentó el verdadero amor. Durante un viaje a India, tuvo la oportunidad de cambiar la vida de una niña.

Al ver a Munni por primera vez, el corazón de Kristen se llenó de compasión. La niña, desaliñada y sucia, tenía una cicatriz prominente en la frente que desanimaba a los posibles adoptantes. Kristen sintió el deseo de ayudarla, aceptando todos los desafíos y encargándose de los trámites necesarios.
Así, Munni encontró una madre cariñosa y se trasladó a la próspera América. Al principio, la niña, asustada, no podía creer que tuviera una familia. Sin embargo, con el tiempo, se encariñó con su madre adoptiva y se convirtió en una niña alegre, activa y llena de vida.

La historia de Durga es aún más conmovedora. La niña tuvo que sobrevivir en la calle, y esa dura experiencia le costó la nariz tras un ataque de animales salvajes. Kristen la acogió, ofreciéndole calor, cariño y amor maternal.
Gracias a esto, Durga comenzó a recuperar la fe en las personas y ahora está convencida de que puede ser verdaderamente feliz.
Kristen logró realizar una cirugía para corregir la cicatriz de la frente de Munni, dejando solo una leve marca. La operación para reparar la nariz de Durga se llevará a cabo cuando ella crezca un poco más. Mientras tanto, la niña lleva una prótesis que hace casi imperceptible su condición.

