Algunos memes ganan popularidad de manera efímera, mientras que otros se convierten en íconos de la cultura de Internet, catapultando a sus protagonistas a una fama inesperada.
Un ejemplo es el del «Testigo de Fryazino», quien vivió una experiencia difícil tras volverse viral. La foto que dio origen al meme fue tomada en 2006, mostrando a un hombre en ropa deportiva, con pantalones blancos y una postura peculiar, captada durante una boda.
En poco tiempo, la imagen fue utilizada en Internet como símbolo de un «viajero en el tiempo», siendo editada en eventos históricos como una figura imperturbable.
El meme se viralizó rápidamente y surgieron innumerables versiones.
Cuando los medios contactaron al hombre detrás de la imagen, quedó sorprendido. No tenía idea de su fama global hasta que desconocidos comenzaron a pedirle fotos.
Las ofertas no tardaron en llegar: canales de televisión le ofrecieron dinero para aparecer en programas y varias empresas querían usar su imagen en campañas publicitarias.
Sin embargo, él rechazó todas estas oportunidades, optando por una vida tranquila como electricista en las afueras de Moscú.
Con el tiempo, el constante escrutinio público y la atención no deseada lo abrumaron. Solicitó a los medios que eliminaran cualquier información sobre él, creyendo que eso podría acabar con la situación.
Lamentablemente, el alcance del meme era incontrolable, y sus intentos por desaparecer de Internet no tuvieron éxito.
En 2015, se informó que el «Testigo de Fryazino» falleció a los 45 años, posiblemente debido al estrés acumulado. Su familia, respetando su deseo de evitar la fama, mantuvo en secreto el lugar de su entierro.