En Plymouth, Inglaterra, Colin Stier experimentó una sorpresa que cambió por completo su visión de la historia de su hogar. Durante una limpieza rutinaria, notó un pequeño agujero en el suelo que, en un principio, pareció ser solo un defecto de construcción.

Sin embargo, lo que encontró fue mucho más que un simple problema estructural: era la entrada a un misterio que había permanecido oculto bajo su casa durante siglos.

Colin, de 70 años, vive en esta pintoresca casa, construida alrededor de 1895, desde 1988. Hace aproximadamente diez años, observó un hundimiento extraño en el suelo, cerca de una ventana, que sugería algo peculiar bajo la propiedad.
Aunque inicialmente no investigó, su curiosidad creció, y finalmente decidió descubrir qué había allí. Al excavar, se topó con un antiguo pozo de tres metros de profundidad y un metro y medio de ancho. Cada palada revelaba sorpresas que lo conectaban con el pasado.

Entre los hallazgos se encontraban objetos que parecían de una época en la que Plymouth era un lugar muy diferente. Espadas, monedas y un anillo, todos de unos 500 años de antigüedad, emergieron de la tierra. Uno de los descubrimientos más impactantes fue una espada antigua hallada a un metro y medio de profundidad, acompañada de una moneda de 1725.
Cuando Colin llegó a los cinco metros de profundidad, el agua comenzó a filtrarse, complicando aún más la excavación. Pese a las dificultades, continuó impulsado por la posibilidad de encontrar más objetos valiosos. El terreno fangoso hacía que el trabajo fuera arduo, pero la idea de descubrir tesoros ocultos mantenía su entusiasmo vivo.

Cada hallazgo avivaba su pasión por la historia enterrada bajo sus pies. Lo que empezó como una simple limpieza se convirtió en una fascinante aventura arqueológica, un viaje al pasado que seguirá cautivando a Colin y su familia por muchos años.

